¿Influyen los hábitos alimentarios en la presencia de TDAH?
Cerca de un 3,4% de niños y adolescentes en todo el mundo estan afectados por un trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Se trata de uno de los trastornos psiquiátricos más comunes en la primera infancia y adolescencia, y sus consecuencias se pueden alargar hasta la edad adulta. El TDAH se manifiesta principalmente con hiperactividad, impulsividad y déficit de atención.
El origen del trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es multicausal y pueden estar involucrados:
- Factores genéticos, se ha comprobado que la heredabilidad del TDAH es del 76%.
- Factores ambientales, se ha relacionado aspectos como la prematuridad y bajo peso en el nacimiento; la exposición al tabaco, al alcohol y otras drogas durante la gestación, así como de sustancias como el plomo y el zinc; con traumatismos craneoencefálicos moderados y graves en la primera infancia, así como padecer infecciones del sistema nervioso central (SNC).
- Factores de riesgo psicosocial
Hasta la fecha no existe evidencia científica que muestre una relación directa entre la alimentación y el desarrollo del TDAH, según la Guía de Práctica Clínica sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en Niños y Adolescentes. Algunos estudios científicos han relacionado algunos patrones dietéticos como consumo de alimentos procesados, bajo consumo de frutas y verduras, con los síntomas de TDAH, pero no se puede considerar que haya estudios concluyentes. Se sabe también que un patrón alimentario desequilibrado puede conducir a deficiencias en nutrientes esenciales para el desarrollo cognitivo y físico como el hierro, zinc, magnesio o ácidos grasos omega-3 y que parecen tener un papel esencial en la etiología del TDAH.
En 2017 se llevó a cabo el primer trabajo científico que abordaba la relación entre la dieta mediterránea y el TDAH, dirigido por el Dr. José Ángel Alda, jefe de sección en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona y María Izquierdo Pulido, profesora de la facultad de farmacia de la Universidad de Barcelona, y publicado en la revista Pediatrics.
En este trabajo se destacaba que los patrones alimentarios de la dieta mediterranea pueden estar relacionados con un menor diagnóstico del TDAH. En el estudio participaron 120 niños y adolescentes, 60 de ellos diagnosticados de TDAH y 60 como grupo de control. En el seguimiento se comprobó que los niños que presentaban TDAH ingerían con más frecuencia comida rápida, consumían más dulces y bebidas azucaradas que los niños que no tenían este trastorno.
Las conclusiones del estudio sugerían el papel de algunos hábitos alimentarios inadecuados en el desarrollo del TDAH, aunque se puntualizaba la necesidad de seguir investigando para saber si existe una relación causa-efecto. Es decir, determinar si los niños con TDAH tienen síntomas más graves por una alimentación inadecuada o si es el trastorno lo que les lleva a comer un exceso de grasas y azúcares por una elevada impulsividad que les impide realizar una adecuada elección de alimentos.
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