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El colectivo de profesionales de la salud, uno de los más impactados por la COVID-19

El proyecto RESPOND busca reducir los problemas de salud mental derivados de la pandemia y mejorar la preparación del sistema sanitario
Anna Monistrol Mula

Anna Monistrol Mula

Investigadora de doctorado. Unidad de Investigación y desarrollo
Parc Sanitari Sant Joan de Déu
Josep Maria Haro Abad

Dr. Josep Maria Haro Abad

Psiquiatra y doctor en salud pública. Director de Docencia, Investigación e Innovación
Parc Sanitari Sant Joan de Déu
profesionales de la salud covid19

Resumen

Los profesionales de la salud son uno de los colectivos que más han sufrido con la COVID-19 por la enorme presión al sistema de salud y las difíciles condiciones de trabajo que han tenido, especialmente en la primera ola. Inmersos ya en la segunda ola de la COVID-19, el proyecto RESPOND estudiará las necesidades actuales y las condiciones en las que se encuentra el sistema sanitario con el fin de implementar una intervención dirigida a los profesionales de la salud de primera línea y destinada a mejorar su bienestar, salud mental y funcionamiento laboral durante y después de la pandemia. El proyecto, financiado por la Unión Europea, tiene una duración de tres años.

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La pandemia de la COVID-19 ha cambiado radicalmente la vida diaria de las personas en todo el mundo. Ha afectado a casi todos los países y España es uno de los que más ha sufrido sus efectos en Europa.

Emociones como el estrés, el miedo, la tristeza o la preocupación han estado muy presentes durante la pandemia de la COVID-19. Todos, en mayor o menor medida, hemos experimentado alguna de estas emociones. Al inicio de la crisis, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advirtió del impacto negativo que la situación derivada de la COVID-19 podía tener en la salud mental y el bienestar de la población, como pudo comprobarse al poco tiempo:

En 2020 la prevalencia de síntomas de ansiedad y depresión se han multiplicado, respectivamente por 3 y por 4, en comparación con el mismo período de 2019.   

Uno de los grupos que desde el inicio de la pandemia se ha visto afectado emocionalmente de forma directa por la COVID-19 es el de los profesionales de la salud de primera línea. Además de enfrentarse a todas las emociones derivadas de la situación global de crisis, el personal sanitario ha tenido que asumir una serie de retos en su actividad diaria que han causado un gran impacto en su bienestar psicológico y emocional. Según la Sociedad Española de Psiquiatría, los principales retos a los que han tenido que hacer frente estos profesionales durante la pandemia han sido la saturación de la atención sanitaria, la exposición a un mayor riesgo de infección y contagio, la falta de equipos de protección individual y su incomodidad, la necesidad de garantizar el soporte y la atención sanitaria a las personas enfermas y sus familiares, la elevada carga de trabajo y las situaciones de estrés extremo, la exposición al desconsuelo de las familias y los dilemas éticos y morales derivados de la necesidad de tomar decisiones complejas en poco tiempo.

profesional de la salud

Casi la mitad de los profesionales sanitarios han estado en riesgo de padecer un trastorno mental

Distintos estudios han demostrado el impacto psicológico que la crisis del coronavirus ha tenido en este colectivo, desde problemas de insomnio hasta depresión y ansiedad severa, especialmente entre sus miembros más vulnerables, como, por ejemplo, las mujeres y los enfermeros y enfermeras. Por otra parte, el 50 % de las muertes asociadas a la COVID-19 en Europa se han producido en residencias de la tercera edad y en centros de atención a largo plazo, donde muchos trabajadores, en su mayoría mujeres, llevan a cabo su labor en condiciones inadecuadas a cambio de un salario ínfimo y sin los equipos de protección individual necesarios. Es por ello que la OMS ha hecho un llamamiento para que se apliquen, de forma inmediata, las medidas imprescindibles para salvar vidas y prevenir el impacto que esta situación puede tener en la salud mental y física de los profesionales sanitarios (WHO, 2020).

Con el fin de reducir los problemas de salud mental derivados de la pandemia de la COVID-19 y mejorar la preparación del sistema sanitario para futuras pandemias, nace el proyecto RESPOND (Improving the preparedness of Health Systems to Reduce Mental Health and Psychosocial Concerns resulting from the COVID-19 Pandemic). RESPOND es un estudio internacional financiado por la Unión Europea y puesto en marcha en diciembre de 2020 que tiene una duración prevista de 3 años. En él participan 13 universidades y centros de investigación de 8 países de Europa (Francia, España, Italia, Suecia, Países Bajos, Alemania, Reino Unido y Bélgica), así como la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia. El equipo del Parc Sanitari Sant Joan de Déu está coordinado por el Dr. Josep Maria Haro, la Dra. Mireia Félez y Anna Monistrol, además de diversos profesionales asistenciales. La Dra. Marit Sijbrandij de la Vrije Universiteit de Ámsterdam es la coordinadora del consorcio a escala internacional.

¿Cómo se desarrollará el proyecto RESPOND?

El proyecto RESPOND se llevará a cabo principalmente en 3 etapas que se irán desarrollando de forma paralela.

Primera etapa: ¿Cuáles son los grupos de riesgo y cómo ha afectado la pandemia a los servicios de salud mental?

La primera etapa del proyecto se centrará fundamentalmente en la identificación de los grupos de riesgo susceptibles de sufrir problemas de salud mental y de bienestar relacionados con la pandemia de la COVID-19, y en el estudio del impacto de la respuesta a la pandemia de la COVID-19 por parte de los servicios de salud a largo plazo. Más concretamente, se analizarán una serie de datos epidemiológicos de distintos países con el fin de identificar los factores de riesgo y de resiliencia relacionados con la pandemia. Al mismo tiempo, se analizará el impacto de las medidas adoptadas en los servicios de salud mental de diferentes países ante la crisis de la COVID-19. Para ello, se estudiarán diversos factores de salud, así como el uso de los servicios de salud mental y los factores socioeconómicos en diferentes entornos de Europa que hayan adoptado medidas distintas para controlar la pandemia.

Segunda etapa: ¿Qué se está haciendo en Europa? En la segunda etapa del proyecto se evaluarán las medidas existentes en Europa para proteger el bienestar y la salud mental de los profesionales de la salud de primera línea. Asimismo, se llevarán a cabo evaluaciones para determinar cómo se está actuando en distintos países europeos para evitar problemas de salud mental derivados de la crisis de la COVID-19 en este colectivo.

Tercera etapa: Intervención. Se estudiarán las necesidades actuales y las condiciones en las que se encuentra el sistema sanitario con el fin de implementar una intervención dirigida a los profesionales de la salud de primera línea y destinada a mejorar su bienestar, salud mental y funcionamiento laboral durante y después de la pandemia.

¿Cómo intervendremos?

Se llevará a cabo un ensayo clínico en diferentes hospitales, entre ellos el Parc Sanitari Sant Joan de Déu. La intención es reclutar a un mínimo de 210 profesionales de la salud, en activo cuando se inició la pandemia y que presenten malestar emocional. El programa de intervención será remoto y escalable, es decir, fácilmente aplicable a otros hospitales nacionales e internacionales, y se basará en programas existentes desarrollados por la OMS que han demostrado su eficacia en estudios previos llevados a cabo en distintos contextos socioculturales.

¿Cuál puede ser el impacto del proyecto?

Este proyecto pondrá de manifiesto las necesidades y las condiciones del sistema sanitario durante la crisis de la COVID-19 y evaluará si el uso de la intervención probada es eficaz para mejorar la salud mental y el bienestar emocional de los profesionales sanitarios. El proyecto RESPOND proporcionará a las autoridades de asistencia sanitaria y salud pública nacionales y regionales la orientación y las herramientas necesarias para mejorar la salud mental y el bienestar emocional de los profesionales de primera línea que serán aplicables a futuras crisis de similares características.

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