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Comprender el sinhogarismo

Causas, consecuencias y abordajes de un fenómeno multifactorial
Eduard Rafel Franquesa
Eduard Rafel Franquesa
Trabajador social. Responsable de los programas de vivienda individual (Housing First)
Sant Joan de Déu Serveis Socials - Barcelona

Recuerdo hace unos años estar dando unas charlas sobre sinhogarismo en las escuelas (todavía lo hacemos). Preguntábamos al alumnado si podrían identificar de un par de fotos, quien era una persona sin hogar. En una foto aparecía un hombre sentado en el suelo, con la ropa muy sucia sosteniendo un carro lleno de bolsas y, al lado, la imagen de una mujer con semblante joven y cuidado. Prácticamente la totalidad señalaba al hombre. La realidad era, que las dos eran personas sin hogar. Este es el punto de partida, sigue vigente, y es uno de los retos a superar. Romper los prejuicios sobre el sinhogarismo, dando a conocer realidades que están más cerca de lo que creemos.

El sinhogarismo es, sin duda, la más extrema de las representaciones de la exclusión social. Y, ¿qué significa esto? Por mi experiencia, quien está o ha estado en una situación de sin hogar, no solamente ha perdido el hogar donde vivía, ha perdido mucho más: la oportunidad de formarse, el trabajo, el apoyo de familiares, amigos…Cuando las personas se encuentran en la calle, lo más probable es que toda la red de protección posible haya fallado y el acceso a algunos derechos se vea vulnerado.  Más allá de esto, también se debe tener en consideración que no todas las personas en situación de sin hogar han tenido un hogar. Por ejemplo, personas que han estado durante años institucionalizadas en la cárcel, en centros de menores, etc. En las ciudades de Europa, el número de personas que padecen el sinhogarismo, aumenta, según la información ofrecida por el Ayuntamiento de Barcelona en su plan de lucha contra el sinhogarismo 2016-2020.

El sinhogarismo es una circunstancia con graves consecuencias

En algunas tertulias, hemos escuchado afirmaciones del tipo «es un sintecho». Remarcar que no son personas sin techo o sin hogar.  Estar en situación de sin techo o sin hogar es algo que puede suceder (y que se puede revertir), es una circunstancia, pero no es un determinante. Otra afirmación que se puede escuchar seria «los sin techo, lo son, porque se lo han buscado». Puede que haya factores personales, como el nivel de estudios, falta de trabajo, tener una adicción u otros problemas de salud mental de diferente índole, o la falta de ingresos… pero es cierto también que existen, a su vez, factores relacionales como la violencia machista, una ruptura traumática o una muerte no esperada de un familiar. Existe también, el factor institucional, como la insuficiencia de presupuesto público en materia de lucha contra el sinhogarismo y su prevención. Y el factor estructural, la economía, las políticas en materia de vivienda y ocupación y la situación en materia de derechos de la ciudadanía.

La suma de estos factores cataliza que algunas personas se vean expuestas cada vez más a situaciones de sinhogarismo y no únicamente por causas personales. Son situaciones en las que se puede encontrar cualquier persona.

Experimentar la situación de sinhogarismo provoca graves consecuencias en la vida de las personas que la sufren. Cuando las personas se ven obligadas a pernoctar en el espacio público, las expone, en primer término, a las inclemencias del tiempo. A su vez, no disponen de un espacio íntimo y seguro para descansar, cocinar y cubrir necesidades fisiológicas. Cuando una persona no dispone de un espacio propio, se ve expuesta a incumplir ordenanzas que impiden según qué actividades o acciones en la vía pública (por ejemplo, cubrir necesidades fisiológicas).  Existe a su vez, un mayor riesgo de sufrir violencia verbal, física, sexual, robos. Esta situación se ve especialmente agravada si se es mujer. No disponer de un hogar estable, dificulta en gran medida poder iniciar o llevar a cabo un proyecto vital, donde tenga cabida la recuperación personal, trabajo, familia, red social. A nivel de salud mental, según datos del INE (2022), un 59% de las personas en situación de sin hogar, presenta algún síntoma de depresión, y no es para menos.

Todo ello contribuye a que la esperanza de vida de las personas en situación de sin hogar se vea disminuida en unos 15-30 años respecto la población general.  

Como hemos visto, el fenómeno del sinhogarismo puede darse por múltiples factores y causa graves consecuencias en las personas. A pesar de ello, no todas las formas de sinhogarismo son visibles a simple vista. FEANTSA (Federación Europea de Organizaciones Nacionales que trabajan con Personas sin Hogar) ha elaborado una tipología europea donde se dan a conocer las diferentes manifestaciones del sinhogarismo: las categorías ETHOS (European Typology of Homelessness and Housing Exclusion), que se dividen en:

  • Personas sin techo
  • Personas sin hogar
  • Personas que viven en una vivienda insegura
  • Personas que viven en una vivienda inadecuada

Esta categorización contribuye a dimensionar de forma más adecuada el sinhogarismo.

Dimensión del sinhogarismo en España

En España, para conocer de cuántas personas hablamos, tanto el INE, como los municipios de todo el Estado y entidades, realizan recuentos. El último dato, de octubre de 2022 el INE establece en 28.552 personas atendidas en centros de atención a personas sin hogar. Algunos datos de perfil, según este estudio, indican que la mayor parte de las personas sin hogar son hombres (76,7%) y el 51,1% de las personas tiene menos de 45 años. No obstante, cabe destacar que desde 2012, la proporción de mujeres que están en esta situación ha aumentado en un 3,5% llegando al 23,3% en 2022.

Un 40% de las personas llevan más de 3 años en situación de sin hogar, hecho que indica cierta cronicidad o institucionalización de un importante grupo de personas.

A pesar de contar con múltiples recuentos nocturnos en varios municipios, no se ha establecido un consenso en la recogida de dicha información.  Las cifras oficiales de personas en situación de sin hogar más recientes en España, atendidos en centros y fuera de ellos, cuantifica 33.275 personas (datos de extraídos de la Estrategia Nacional Integral para Personas Sin Hogar 2015-2020) y quizá sea este el dato más aproximado. No obstante, dichas cifras contemplan únicamente las categorías ETHOS 1 y 2. Es por ello que se debería poder conseguir, en un corto-medio plazo, establecer una metodología común de recogida de datos como las propuestas a nivel nacional y, a su vez, ampliarla para visibilizar lo que es invisible, propiciando así un mejor diagnóstico de la situación sobre la vivienda insegura o vivienda inapropiada.  Cuanto mayor sea la eficacia de la recogida de esta información y análisis, mejor será el abordaje.

¿Cómo abordamos el sinhogarismo?

El abordaje del sinhogarismo es un tema tratado tanto a nivel europeo, como a nivel nacional, autonómico, local y desde el tercer sector. En todos los niveles, existe un importante trabajo en red que aúna esfuerzos en la lucha contra el sinhogarismo.

A nivel europeo, se aprobó la Declaración de Lisboa sobre la Plataforma europea para combatir el sinhogarismo, firmada por los principales actores y países europeos en octubre de 2021.

 Los cinco principios básicos de la Declaración de Lisboa son:

  • Que nadie quede desprotegido por falta de alojamiento de emergencia accesible, seguro y adecuado.
  • Que nadie viva en un alojamiento de emergencia o de transición más tiempo de lo que se requiere para pasar con éxito a una solución de vivienda permanente.
  • Que nadie sea dado de alta de ninguna institución (por ejemplo, prisión, hospital, centro asistencial) sin una oferta de vivienda adecuada.
  • Que los desahucios deben evitarse siempre que sea posible y nadie sea desalojado sin asistencia para una solución de vivienda adecuada, cuando sea necesario.
  • Que nadie ser discriminado por su estado de sinhogarismo.

En España se despliega la primera Estrategia Nacional de Abordaje del Sinhogarismo 2015-2020

En comunidades como Galicia, Madrid, País Vasco, Comunidad Valenciana, Región de Murcia o Cataluña, entre otras, se despliegan diferentes estrategias para el abordaje del sinhogarismo.

Algunas entidades y redes se presentan en alianza para generar incidencia, mejorar los servicios, sensibilizar o bien para pedir un aumento de la inversión en la atención a las personas en situación de sin hogar, dado que es un sector infra financiado. También para impulsar leyes que puedan garantizar los derechos de las personas sin hogar. Un ejemplo seria la propuesta de medidas urgentes y transitorias para hacer frente al sinhogarismo en Catalunya

A nivel local, muchos municipios llevan a cabo un importante trabajo de atención directa, aunque pocos de ellos disponen de planes de actuación. Todos ellos, de forma ineludible, requieren de un importantísimo trabajo en red con las entidades del tercer sector en pro de poder realizar la mejor atención posible a las personas que atraviesan una situación de sinhogarismo.

Respuesta asistencial al sinhogarismo

Para poder dar una respuesta asistencial a las personas que están atravesando una situación de sinhogarismo, se ofrece atención a través de diferentes equipamientos, dispositivos, viviendas de transición, entre otros. Algunos de ellos son centros de primera acogida, centros residenciales de inclusión, pisos de inclusión, comedores, centros diurnos, centros de baja exigencia... En la mayoría de los casos, la respuesta residencial que se ofrece, es tratada como herramienta para poder establecer un plan de acción para salir de la situación de sinhogarismo, ofreciendo a su vez apoyo por parte de profesionales sociales, en el mínimo tiempo posible, a fin de minimizar la institucionalización.  

Cada uno de ellos tiene sus propias características y funcionamiento y en gran medida han estado organizados a través del modelo de escalera de transición. Dicho modelo se basa en dar apoyo a las personas que se encuentran en situación de sin techo, des de equipamientos como los centros de primera acogida, para posteriormente incorporarse a pisos con soporte y finalmente la transición hacia vivienda independiente. 

En los últimos años se han ido incorporando metodologías con probada eficacia en la retención de vivienda de personas en situación de sin hogar. La más destacada ha sido Housing First, que consiste en ofrecer una vivienda con carácter estable y acompañamiento por parte de un equipo de profesionales del ámbito social y de la salud.

El modelo Housing First, se caracteriza por tener un enfoque centrado en la persona, basado en sus derechos, y enfocado en la recuperación. Dicha metodología, ha permitido un cambio en la mirada y la práctica profesional de aquellos y aquellas profesionales que han formado parte de estos proyectos, así como de aquellas personas o entidades y administraciones que, de un modo u otro, han estado vinculados a éste.

Dicha vinculación ha facilitado que Housing First complemente modelos preexistentes, dando cobertura a personas que, en otras metodologías (modelo de escalera o continum of care) habían fracasado (Busch-Geertsema, 2012). También ha permitido, en muchos casos, tomando como referencia sus principios rectores, una revisión profunda en diferentes servicios sobre la atención prestada. Algunos aspectos metodológicos han sido asimilados en programas de vivienda compartida, centros residenciales, dispositivos y servicios de atención a personas sin hogar, provocando una mejora en la calidad asistencial. Los principios inspiradores, pueden ser una buena herramienta para mejorar la atención a las personas en situación de sin hogar.

No podemos eludir el ejemplo de Finlandia, quien ha liderado la erradicación del sinhogarismo, impulsando un parque de vivienda de alquiler social, junto a una reconversión y actualización de instalaciones hacia espacios más humanizados, muchos de ellos convertidos en vivienda (Y-Foundation, 2021). Esta experiencia, inspiradora y referente, de forma progresiva también se va extendiendo haca otras ciudades europeas, entre ellas Barcelona, Madrid, Bilbao, etc. Hoy en día, dichas reconversiones se ven reflejadas en espacios menos masificados, donde las personas pueden disponer de una mayor intimidad y autonomía. También se están creando espacios de vivienda individual/compartida y comunal para mujeres, familias, jóvenes, personas mayores…todo ello seguro actuará como palanca para la recuperación de las personas, para que puedan tener oportunidades de desarrollo personal y social para que puedan llevar a cabo sus proyectos vitales.

Este contenido no sustituye la labor de los equipos profesionales de la salud. Si piensas que necesitas ayuda, consulta con tu profesional de referencia.
Publicación: 23 de Noviembre de 2022
Última modificación: 23 de Noviembre de 2022
Eduard Rafel Franquesa

Eduard Rafel Franquesa

Trabajador social. Responsable de los programas de vivienda individual (Housing First)
Sant Joan de Déu Serveis Socials - Barcelona
Bibliografía
Busch-Geertsema, V. (2012). The Potential of Housing First from a European Perspective. European Journal of Homelessness , 6 (2) , 209-216.
Y-Foundation (2021). La teva pròpia llar. El model Housing First i l’erradicació del sensellarisme a Finlàndia. Barcelona: Arrels Fundació.

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