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El ambiente como factor de riesgo de desarrollar autismo o TDAH

Revisión de las evidencias científicas sobre la afectación en el neurodesarrollo
SOM Salud Mental 360
Redacción
SOM Salud Mental 360
factores ambientales

El desarrollo del cerebro es el proceso a través del cual las neuronas se forman y maduran, y está diferenciado en seis etapas: proliferación, migración, diferenciación, sinaptogenesis (que es la formación de las sinapsis, que son las conexiones entre neuronas), mielinización y apoptosis. Este proceso se inicia durante el embarazo y sigue hasta el final de la adolescencia.

La exposición a factores ambientales durante este periodo puede dar lugar a una alteración del desarrollo del cerebro y afectando a la cognición, como, por ejemplo: disminuyendo el coeficiente intelectual, o aumentando el riesgo de presentar diferentes trastornos como el autismo o el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

Contaminación atmosférica

Diversas investigaciones han observado una asociación entre la exposición a determinadas concentraciones de partículas en suspensión (PM2.5) y el diagnóstico de autismo. También se han descubierto conexiones entre la exposición durante el embarazo y a lo largo de la infancia con una disminución de la función cognitiva (relacionada con el coeficiente intelectual que es la capacidad de procesamiento de información por parte del individuo) y problemas neuroconductuales. Específicamente por la exposición durante la infancia se ha visto que aquellos niños que iban a escuelas con altos niveles de contaminación relacionada con el tráfico presentaban un desarrollo cognitivo más lento a lo largo de un año, así como otras alteraciones cognitivas relacionadas con la contaminación recibida durante el camino de la escuela a casa y viceversa, o afectaciones en la capacidad de atención debido a la contaminación a corto plazo (en las últimas veinticuatro horas).

Finalmente, como se han visto afectaciones específicas en determinadas zonas del cerebro, se cree que estas podrían ayudar a explicar el porqué de los efectos observados a nivel cognitivo.

Metales

En este apartado es importante tener en cuenta que el plomo, el metilmercurio y el arsénico son reconocidos como compuestos neurotóxicos, y que, por lo tanto, ya se ha descubierto que tienen la capacidad de alterar gravemente el sistema nervioso y provocar daño cerebral. Los hallazgos que se han encontrado por el impacto de bajas concentraciones de metilmercurio durante el embarazo han tenido mucha controversia, ya que en algunos casos se ha visto efecto a nivel cognitivo y neuropsicológico, pero en otros no se han observado asociaciones. Esto puede ser debido a que el pescado, que es la principal fuente de metilmercurio, también tiene grasas esenciales que son beneficiosas para el desarrollo cerebral. Respecto el neurocomportamiento, la exposición al mercurio a nivel prenatal y durante la infancia está asociada con el autismo y el TDAH.

En el estudio del efecto del plomo, hay más variedad y es difícil separar si el impacto viene dado por una exposición prenatal o durante los primeros años de vida. Hay muchas más investigaciones que estudian la exposición durante la infancia y muestran que hay relación con la función cognitiva, el riesgo de TDAH y otras alteraciones del comportamiento durante la edad adulta.

En cuanto al cadmio, hay evidencia de su impacto en el desarrollo cognitivo y trastornos del comportamiento, pero pocos estudios respecto al TDAH.

Finalmente, la exposición al arsénico se ha asociado con una disminución del coeficiente intelectual, con el desarrollo cognitivo, y algunos trastornos neuroconductuales. Es interesante en este caso, que un estudio de intervención observó que si se reducían las concentraciones de arsénico en el agua que bebían un grupo de niños, estos presentaban una mejora en un tipo de memoria que se llama memoria de trabajo.

Contaminantes orgánicos persistentes

En 2015 se publicó una revisión que recogía la evidencia de los últimos diez años sobre la asociación entre la exposición durante el embarazo y los primeros años de vida a los PCBs y alteraciones en el desarrollo neuronal y trastornos del comportamiento.

Pesticidas

Respecto el neurodesarrollo, la exposición a los pesticidas es una de las exposiciones con mayor evidencia y de más calidad, ya que se conoce que algunos de los componentes de los pesticidas son neurotóxicos, es decir que tienen la capacidad de alterar gravemente las funciones del sistema nervioso.

La exposición a nivel prenatal se ha relacionado con una reducción en la puntuación del coeficiente intelectual y con otras medidas del desarrollo mental y psicomotor del niño. En cuanto a la exposición durante los primeros años de vida hay pocos estudios y muchos de ellos presentan resultados inconsistentes.

Químicos presentes en los productos de higiene personal y los plásticos

Como hemos comentado anteriormente tenemos los ftalatos y el BPA dentro del grupo de químicos presentes en los productos de higiene personal y en los plásticos. En el caso de los ftalatos se ha estudiado la exposición a estos compuestos durante el embarazo y se ha visto que los niños expuestos pueden presentar un desarrollo psicomotriz menor, y en el caso de la exposición durante la infancia un coeficiente intelectual más bajo. Aún existen dudas en relación a la asociación entre los ftalatos y el desarrollo del trastorno autista. Con respecto al BPA hay inconsistencias en el impacto que puede tener su exposición a nivel neuronal, de si el sexo biológico tiene alguna implicación y de si es la exposición prenatal o durante la infancia la que incide. Se han observado asociaciones con las funciones ejecutivas o cognitivas.

Ruido

En el caso del ruido, gran parte de los estudios miran la exposición durante los primeros años de vida y su relación con el neurodesarrollo. La mayor parte de la evidencia respecto a esta exposición determina una relación con la memoria a largo plazo, la comprensión lectora o trastornos en la conducta a nivel emocional o hiperactividad, aunque la evidencia en algunos casos muestra inconsistencias o es insuficiente.

Espacios verdes

La mayoría de los estudios también han evaluado la exposición durante la infancia a los espacios verdes y su impacto en el neurodesarrollo. Se ha observado que estar expuesto a estos ambientes naturales y/o verdes aporta efectos benficiosos al niño respecto la capacidad de atención y la cognición. Sin embargo, son estudios muy preliminares, y la evidencia es limitada, por lo que para poder determinar claramente el efecto beneficioso de estos ambientes es necesario llevar a cabo más investigación.

Este es un artículo original del 13º Informe FAROS El ambiente y su impacto en la salud maternoinfantil: ¿a qué nos enfrentamos.

Este contenido no sustituye la labor de los equipos profesionales de la salud. Si piensas que necesitas ayuda, consulta con tu profesional de referencia.
Publicación: 15 de Junio de 2023
Última modificación: 15 de Junio de 2023