El diagnóstico suele realizarse al iniciar la escolaridad, alrededor de los 6-7 años, sobre todo cuando aparecen los problemas de adaptación escolar. Las señales de alarma varían en función de la edad, pero algunas de ellas son:
En los últimos años, se han publicado diferente estudios que concluyen que los niños, adolescentes y adultos con TDAH tienen más riesgo de sufrir lesiones y de tener accidentes no intencionados.
El TDAH es debido a un defecto de los neurotransmisores (dopamina y noradrenalina) que necesitamos para que funcionen de forma adecuada los circuitos cerebrales responsables de que podamos estar atentos, nos autocontrolemos y planifiquemos nuestras acciones.